De Arzúa a Lavacolla (03-05-07)

Como todos los dias, suena el despertador a las 06:30 y bajamos a desayunar antes de poner pies sobre nuestro camino a las 7:45.

A esa hora, un manto de brumas cubre los campos que rodean Arzúa. Los atravesamos de salida y al poco rato el sol a nuestras espaldas comienza a dibujar nuestras sombras sobre nuestro camino, apuntando a nuestro destino final: Santiago de Compostela.

Y para llegar allí, antes cruzamos bosques de eucaliptos, largos como nuestras sombras a esa hora de la mañana.

Se adivina un gesto de seriedad y precaución en el paso de Joans y Dori, desconfiados de la respuesta de sus pies ante el último tramo de nuestro camino.

Pero hoy debe ser poco más que un paseo, pues el camino no es pesado y, además, es de a penas 20 kilómetros, los que nos llevarán a Pedrouzo, teórico final de etapa.

Conforme avanzamos en nuestro camino, que vamos dejando a nuestras espaldas con paso más firme, nos planteamos prolongar nuestro camino en la medida que los cuerpos aguanten para conseguir llegar mañana a Santiago a una hora prudencial, que nos permita llegar a la Misa del Peregrino, que se celebra todos los dias a las 12h., en la que coincidiríamos con mucha gente que conocimos en el camino y que tenía pensado llegar el viernes.

Almorzamos en Salceda, justo antes de abandonar el camino paralelo a la carretera, donde se encontraba un bar-chiringuito en un caserón. Nos sirvieron bocata de tortilla de patatas y chorizo y bebida. Mientras, llegaron Alfonso el de Albacete y Jose el gallego, y se unieron a nuestro almuerzo antes de proseguir.

De nuevo sobre el camino, atravesamos Santa Irene y llegamos finalmente a Pedrouzo, donde entramos a echar un vistazo al albergue. Pero no pareció convencer la idea de quedarnos allí, no por el estado del albergue (bastante aceptable), sino para comernos algo más del camino de mañana.

Así que decidimos continuar cuando la hospitalera nos confirmó que cuatro kilometros más tarde encontraríamos una pensión.

No fue así y poco a poco llegamos a la autovía de Santiago a Lugo, muy próximos al aeropuerto de Lavacolla, por lo que optamos por quedarnos la noche del jueves en la pensión SanPaio, de Lavacolla, una vez confirmada la reserva que hicimos telefónicamente.

Al llegar a San Paio, a un par de kilómetros de Lavacolla, estuvimos a punto de renunciar y quedarnos en un restaurante-pensión en pleno camino, pero Dori y Joans encontraron fuerzas para proseguir ese par de kilómetros que nos llevó hasta el Hostal San Paio, donde nos esperaba una habitación triple amplia, limpia y cómoda (48 €), que nos ayudó a dar una cabezadita y algún que otro ronquido del que Dori tomó prueba en video.

Una vez repuestos, bajamos a cenar al restaurante del hostal y volvimos a subir para ver la semifinal de la uefa entre el Sevilla y el Osasuna antes de volver a quedar sumidos en un profundo sueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ola, what's up amigos? :)
Hope to receive any assistance from you if I will have some quesitons.
Thanks in advance and good luck! :)